miércoles, 14 de octubre de 2015

Acoso Escolar

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El acoso escolar o bullying es una de las formas más habituales de maltrato entre los niños y adolescentes. Estas se producen en el colegio/instituto pero repercuten en todos los aspectos de la vida de la víctima.
Muchas veces no nos damos cuenta de que algún menor está sufriendo este tipo de maltrato hasta que sus consecuencias son muy visibles. Por ello, es fundamental la apreciación de este problema lo antes posible, sobre todo desde los colegios, los cuales deben de actuar lo antes posible. Desde mi punto de vista, debería ser obligatorio realizar talleres de prevención en las horas de tutoría.

En el momento que se detecta un caso de acoso escolar hay que intervenir tanto con los agresores como con la víctima, con cada uno de ellos se deberá trabajar unos aspectos diferentes. Además, los agresores deben de tener claro que están cometiendo un delito, por el cual podrán ser llevados a juicio (a partir de los 14 años).

Existen varios tipos de acoso escolar:
  • Físico: Acoso Directo: existe contacto físico entre la víctima y el acosador (patadas, pellizcos, tirones de pelo, tirar objetos, escupir...). Acoso indirecto: no existe el contacto descrito anterior. En este caso los acosadores recurren al hostigamiento (lo siguen, pintan su nombre, le roban...) 
  • Social: acoso en el que se persigue marginar a la víctima.
  • Verbal: es un tipo de acoso psicológico, mediante insultos y burlas. Puede ser más dañino que el físico.
  • Ciberbullying: es el más novedoso, aparece hace relativamente poco tiempo. Se realiza a través de los móviles u ordenadores. En este caso se acosa a la víctima a través de mensajes, correos, vídeos, fotos... o a través de la difusión de estos entre el resto de alumnos.

Algunos de los principales indicadores de que un niño/a está sufriendo acoso escolar son los siguientes:

  • Baja autoestima
  • Cambios en el rendimiento escolar
  • Nerviosismo al asistir al clase
  • No querer asistir a clase (ejemplo de decir que está enfermo/a)
  • Aislamiento
  • Cambios bruscos de personalidad
  • Problemas de autocontrol
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Agresividad con los seres queridos
  • Automutilaciones
  • Quejas somáticas


Si detectamos estas conductas en algún menor debemos de ponernos en contacto con personas entendidas en la materia para verificar el problema y de ser así poder frenarlo lo antes posible.


A continuación os dejo algunos recortes de titulares sobre este tema:
















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